lunes, 29 de junio de 2009

SANTA ANA










En la época precolombina el territorio que actualmente corresponde al cantón de Santa Ana, estuvo habitado por indígenas del llamado Reino Huetar de Occidente, que en los inicios de la conquista fueron dominios del cacique Garavito.

Al analizar el rumbo seguido por el primer conquistador don Juan de Cavallón para internarse en el Valle Central, y considerando la topografía de la región y la predilección de los conquistadores por el tipo de vías que los protegieran de ataques de los nativos, se asume que la ruta seguida fuera la cima de la divisoria de aguas, pasando por la actual ciudad de Santiago de Puriscal, descendiendo hasta el valle de Santa Ana, para fundar ahí la Ciudad del Castillo de Garcimuñoz, en 1561, primer poblado establecido por los españoles en el Valle Central.

Don Antonio de Pereira penetró con un grupo de hombres al territorio de Pacaca y llegó hasta los cerros de Santa Ana, hoy conocido como Alto de las Palomas y elevaciones que separan Santa Ana de Escazú. De ese recorrido queda el recuerdo del sitio que se denominó Real de Pereira.

El proceso colonizador del actual cantón se remonta al siglo XVI, cuando esas tierras fueron propiedad de don Jerónimo de Retes, Alguacil Mayor de Cartago; las cuales fueron cedidas por la Corona de España en reconocimiento a sus servicios. La primera vez que se menciona el nombre de Santa .Ana, es en los Protocolos de Cartago, en la carta dote otorgada el 1 de diciembre de 1658, por don José de Alvarado en favor de su esposa doña Petronila de Retes, hija de don Jerónimo; en la cual cede, entre otras cosas, una parte del sitio que llama Santa Ana. Doña Ana de Retes, otra hija de don Jerónimo vendió los terrenos en que hoy se encuentra la ciudad Santa Ana; esta señora y su esposo don Diego de Ibarra vendieron otra parte de sus propiedades en la región a don Juan Sánchez Crespo. Doña Ana de Retes, en 1705 donó una caballería de tierras situada en el cerro de los Coyotes a su yerno don José Pérez del Muro y al año siguiente le vendió otra caballería, localizada en Corogres a don Francisco de Noguera y Moncada. A inicios del siglo XIX, por el año de 1817, la señora Ana María de Cárdenas fue la dueña de casi todo el territorio del actual cantón; quien obsequió parte de sus tierras para que las poblaran y cultivaran; también vendió terrenos a vecinos de Escazú. En 1819 comenzó a incrementarse en Santa Ana la afluencia de colonos de los pueblos cercanos, especialmente de Escazú.

En el registro de linderos de los barrios y cuarteles del departamento San José, de 30 de noviembre de 1841, el presente cantón de Santa Ana, conformaba los cuarteles Corogres, Las Minas y parte de la Isla, que correspondían a la jurisdicción del barrio Pacacua (hoy cantón de Mora).

Gracias a los esfuerzos del presbítero don Ana Tiburcio Fernández Valverde, en 1850 se construyó una ermita, en un terreno que le pertenecía. En 1870 se comenzó la construcción de la iglesia. Diez años después, durante el episcopado de monseñor don Bernardo Augusto Thiel Hoffman, segundo obispo de Costa Rica, en el año de 1880, se erigió la parroquia, dedicada a Santa Ana que actualmente es sufragánea de la arquidiócesis de San José, de la provincia eclesiástica de Costa Rica.

En 1873, se creó la escuela Central de Santa Ana en el gobierno de don Tomás Guardia Gutiérrez, posteriormente, el 12 de octubre de 1947 se bautizó con el nombre del gran literato suramericano don Andrés Bello López. El colegio de Santa Ana, inició sus actividades en 1972, en la segunda administración de don José Figueres Ferrer.

En el primer gobierno de don Cleto González Víquez, el 29 de agosto de 1907, en ley No. 8, se le otorgó el título de villa a la población de Santa Ana, cabecera del nuevo cantón creado en esa oportunidad.

E1 15 de setiembre de 1907, se celebró la primera sesión del Concejo de Santa Ana, integrado por los regidores propietarios, señores Pedro Aguilar, Isidro Acosta y Eusebio Obando. El jefe político fue don José Aguilar Bolaños.

La cañería y el alumbrado público eléctrico se inauguraron en 1913, en el primer gobierno de don Ricardo Jiménez Oreamuno.

En ley No. 4574 de 4 de mayo de 1970, se promulgó el Código Municipal, que en su artículo tercero, le confirió a la villa la categoría de ciudad, por ser cabecera de cantón.

El nombre del cantón se debe probablemente a que don Jerónimo de Retes, denominó las tierras de su propiedad Santa Ana, nombre que también dio a una de sus hijas. Por primera vez se cita en los Protocolos de Cartago de 1658.

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